Este es uno de los trabajos de los que más orgullosa me siento. No son gran cosa, pero tienen una historia muy bonita detrás. Son un trocito de mi familia...
Yo, les llamo "Los armarios de los recuerdos".
Se trata de dos armarios que han estado en el desván de mi casa desde hace más o menos 25 años y otros 10 ó 12 de servicio. Cuando era muy pequeña, recuerdo ver a mi tía darles cera y abrillantarlos como si fueran de nogal , no, no lo eran, pero ella los mimaba como si se tratasen de oro macizo. Está claro que los años de retiro, no les han venido nada bien. Hace unos meses, decidí que era el momento de devolverles a la vida y ni corta ni perezosa me lancé a por ellos. Cuando los bajé y les miré, me encontré con esto...
Despues de lijar, tratar, ponerles patas, etc, etc y etc, como ya os imaginais, pintura, papel, tiradores...
Por fin, les tengo en mi casa, uno lo he preparado para "Adrián", con sus tiradores azules con lunares, como el se merece. El otro para su mamá, para que lo disfrute, ya que ella supo ver desde el primer momento el potencial que escondían estas dos piezas y siempre me animó a su recuperación, aunque en casa me decían que tirara la toalla.
¿No son una monada? ¿Con que versión os quedaríais?
Un abrazo
