Este Antiguo mueble de máquina de coser también se encontró
tirado al lado de un contenedor de basuras en Noja hará un mes.
No puedo datarlo con exactitud, pero yo recuerdo ver en mi
casa toda la vida, una máquina de coser de la marca Wertheim (que por cierto,
conservo como oro en paño. En ella se cosieron
metros y metros de tela. Con ella se confeccionó mi vestido de boda entre otros
muchos modelos que tuve la suerte de disfrutar. Creo que algún vestido de novia
más también).
Volviendo al mueble de hoy, como os comentaba, es muy
similar al mueble que albergaba mi máquina de coser. Así que calculando, creo que pueda ser, de los setenta...
Sobre su estado, os puedo contar que no era malo del todo.
Tenía heridillas típicas de su edad y de su uso (a ver con esos años quien está
al 100%, no es cierto?) Por otro lado, presentaba algún que otro signo de
carcoma antigua, pero nada que no se espere en este tipo de mueble con su edad.
Por lo demás, bien, alguna falta que otra, pérdida de elementos móviles y un
acabado en barniz de poliuretano que me trae a mal traer para eliminarlo.
El proceso, el ya conocido…
Limpieza, lija, sustitución de piezas, tratamiento curativo y preventivo de carcoma, imprimación, pintura, decoración con papel pintado de calidad, tiradores modernos, etc…
Al faltar la máquina, decidimos darle otro uso.
Diseñamos un tocador muy ligero. Sustituimos el hueco de la máquina por un cajón, la maquina, la sustituimos por una tapa que al abrirla nos hace la función de espejo, al faltarle el pedal y el mecanismo, quedaron muy débiles las patas, por lo que hubo que cruzar unas tablillas para armar fuertemente el conjunto. Dicho esto aquí os dejo con las imágenes del tocador, inspirado en una gran bailarina de Ballet clásico.