Hoy escribo sobre un trabajo que realicé hace un año a
petición de una persona muy especial.
El encargo fue claro y conciso…
Suena el whatsapp en la tablet (es que no tengo teléfono
móvil y llevo la aplicación en la tablet)…
He visto este cabecero, me gusta pero las medidas no se
adaptan a mi dormitorio, la calidad del material deja un poco que desear y lo
que es peor, no encaja con mi presupuesto en este momento.
Ni corta ni perezosa, ahí me veis, haciendo tiempo en Pombo
con mi cafetito (por esa época le hacía de taxista a mi hijo), tablet en mano
con la imagen, intentando encajar todas las medidas sobre una servilleta de
papel de esas de los bares a las 8 de la mañana (surrealista).
Pero así soy yo, dicho y hecho…
Acabado el diseño, visita al almacén de maderas habitual,
carga de material y a casita con todo, (con mi hijo también, que igual me
amontono un poco en las explicaciones y pensáis que se me olvidó).
Con todas las medidas ya plasmadas en el papel cuadriculado,
corte de las piezas según proyecto, monto primero las dos mesitas por separado
que van escondidas por la parte posterior, a continuación encolo y fijo lo que
es el frente del cabecero en si, doy una manita de imprimación y dos de laca en
blanco.
A veces hay que atreverse un poco y jugar, cualquiera puede
hacerse un mueble sencillito de este
tipo.
El resultado para haberse hecho en un día y medio no fue
malo del todo, os dejo imágenes ;)