Con la llegada de la primavera he querido plasmar en esta
simple estantería la alegría del color. La he convertido en un pequeño
escaparate para La Almoneda.
Necesito en el taller estantes de este estilo,
para poder tener organizado todo el material y pequeños trabajos.
Este simple, pero interesante estante fue recogido al lado
de un contenedor en el Sardinero el sábado pasado. Fue mi hijo Dani quien me
avisó de su existencia y ahí me veis, zapateando acera arriba, en su busca. Esta es la estantería...
Como
siempre suele ocurrir nadie ve su atractivo a primera vista, pero...
Yo me quedé ojiplática, era, simplemente genial, justo lo
que necesitaba, algo sencillo que poder vestir desde cero y además, con varias baldas!!!
La estantería a grandes rasgos se encontraba en excelente
estado. Alguna pequeña falta en algún larguero y poco más.
Desmonté todo, lijė en profundidad para después aplicar un
tratamiento preventivo contra futuras infecciónes de xilófagos.
Elegí para esta ocasión una paleta de colores en tonos
malvas, combinando con blanco roto.
Para reforzar visualmente las baldas, corté unas pequeñas
piezas de Okumen y las acoplé en forma de peto.
Cortė, igualmente de Okumen, un copete para dar un poco de
altura y poder incorporar la marca de "La Almoneda de Ana".
Decoré los pequeños petos con un papel texturizado, decorado
en el mismo tono que la balda.