Bueno, esta es la tercera fase de la que os he estado hablando durante las últimas entradas. Se trata de un banco rústico.
Lo acabé hace dos semanas más o menos, pero hasta hoy no he tenido demasiadas fuerzas para escribir y publicar. Como muchos ya sabéis, la vida ha vuelto a golpearme y esta vez lo ha hecho de una de las maneras más crueles con la que puede golpear. La pérdida de una madre duele desde ahí, desde dentro, desde el mismo alma.
Hoy quiero dedicárselo a ella. Sé que esté donde esté, sonreirá y como siempre dirá "Precioso hija".
Su estado no era malo del todo, pero ha sufrido algo al encontrarse en la calle. Uno de los faldones estaba un poco mordisqueado por un perrín, pero esta herida, como alguna otra, decidimos junto con sus dueños conservarla, le da ese aspecto que suelo buscar siempre en el acabado Shabby.
Os pongo imágenes del antes...
El proceso, el que ya conoceis...
El resultado os lo dejo con las siguientes imágenes...
Como siempre... Un abrazo
