Hace unos días, gracias a esta bendita profesión y a mi
prima Adela, conocí a una persona
encantadora (Ana).
Os cuento…
Ana es artista, pinta cuadros preciosos y es de esas
personas que solo con mirarlas te transmiten mucha paz y energía positiva, una persona muy especial.
Bueno, el caso es que Ana tenía en su casa desde hace años un baúl
de madera y con el paso del tiempo este
no la acababa de llenar del todo. Tiene una casa como ella, muy especial, y
este baúl entristecía bastante su recibidor. Es una apasionada de los tonos
blancos, cremas, tonos pastel y sobre todo le encanta el acabado en estilo
Shabby Chic.
Aprovechando el momento, decidimos también darle un nuevo
look a un cofrecito y un portaretratos, que casi se podía decir, que forman
parte del propio baúl (siempre han estado encima de él) y queríamos seguir luciéndoles
encima, pero con un acabado similar a este.
Las piezas en cuestión, son estas…
Si os fijáis, os daréis cuenta que las tres piezas se
encontraban en un estado impecable, por lo que el trabajo era apetecible al
cien por cien.
Después de desmontar todas las piezas móviles, lija fina
para abrir el poro, dos capas de imprimación, tres manitas de pintura en blanco
roto, desgastado, empapelado y vuelta a montar (nada que no os haya enseñado
antes), le hice tambien una borlita en algodón en tono crudo, como detalle final. Os dejo imágenes del proceso…
Mañana por fin, le entrego a Ana sus joyitas. Espero haber
acertado y que las disfrute tanto como yo trabajándolas.Un abrazo